Life offering

El Acto de Ofrecimiento de Nuestra Vida a Dios

La vida de Sor Natalia

Sister Natalie Kovacsics
Sor Natalia

Sor María Natalia Kovacsics (1901-1992) de las Hermanas Magdalenas (también conocida como ‘Sor Natalia Magdolna’, posiblemente porque Magdalena en húngaro se escribe Magdolna y este termino se habría confundido con su real apellido), nació el 31 de enero de 1901 en la comuna de Pozsony (actualmente la ciudad de Bratislava en Eslovaquia), en lo que en su momento era parte del imperio austro-hungaro (ver mapa debajo).

Sus padres eran artesanos de origen alemán. En su niñez, aprendió Alemán, Húngaro, y más tarde el Francés. Desde una edad temprana sintió una vocación religiosa, y a la edad de 17 años entró al convento de Pozsony recibiendo el nombre de ‘María Dorotea de Jesús Crucificado’. Dentro del convento tuvo experiencias místicas que llegaron a ser conocidas por sus superiores.

Las fronteras de los paises al momento del nacimiento de Sor Natalia.

Luego del Tratado de Trianón (tratado de paz que luego de la primer guerra mundial dispuso la división del imperio austro-hungaro), Sor Natalia de 21 años, fue enviada a Bélgica por sus superiores, donde permaneció por unos doce años, y luego regresó a su patria, Hungria. Las Hermanas Cristianas de Vámbék le aconsejaron ingresar a la congregación de Hermanas del Buen Pastor de Sta. María Magdalena de Keeskemet, ingresando a esta congregación como hermana magdalena. En 1939 el padre jesuita Lajos Gologi se convirtió en su director espiritual y fue el primero que lidió con las visiones y locuciones que Sor Natalia experimentaba.

Una noche el Señor me dijo:
-Tú Me pediste que querías imitarme y que Yo te llevara Conmigo cuando tuvieras treinta y tres años. Ha llegado la hora: te estoy llamando. Pero si tú aceptas seguir sufriendo en la Tierra para salvar almas, Yo puedo prolongar tu vida.
Le contesté que yo deseaba sufrir para salvar muchas almas del infierno. Entonces Él me prometió que me dejaría en la Tierra para que pudiera salvar las almas inmortales de los hombres; le dije:
-Jesús, dame la gracia de poder consolarte hasta que sea una anciana, y cuando muera, déjame llevar almas al Cielo hasta el final de los tiempos. Concédeme que yo pueda orar ante miles de Sagrarios abandonados mientras Tú permanezcas en la Tierra en la Sagrada Hostia.
Jesús me prometió que así sería.

Estas visiones y mensajes, que Sor Natalia escribía en su diario personal, tenían el pedido de iniciar un Movimiento de Penitencia y Reparación por los pecados, que debía iniciarse en Hungría y expandirse por todo el mundo, y la Virgen María elegía este lugar porque el rey San Esteban de Hungría antes de su muerte le había legado el país a Ella. Complementariamente a esto estaba la revelación del nuevo Título con que Jesús quería que Su Inmaculada Madre sea venerada: “LA VICTORIOSA REINA DEL MUNDO“. Jesús ha puesto en manos de Su Inmaculada Madre el poder de salvar al mundo y la victoria sobre el mal para estos tiempos. La mayoría de estos mensajes se escribió entre 1939 y 1943.

La Victoriosa Reina del Mundo
La Victoriosa Reina del Mundo, por el artista Ajías

Sor Natalia deseaba permanecer anónima, pero el Papa solicitaba su nombre y que describiera con exactitud como Jesús y María se veían en sus apariciones. Con la conformidad de Sor Natalia, se hicieron pinturas que fueron aprobadas por el obispo Lajos Shvoy. La iglesia húngara se había propuesto entonces distribuir la imagen en todos los idiomas, ya que la Victoriosa Reina del Mundo habría de salvar al mundo entero.

Un día, durante la Segunda Guerra Mundial, Jesús expresó Sus preocupaciones por Roma. Me dijo: ―Es Mi Voluntad que lleves el siguiente Mensaje a Mi bendito hijo, el Papa: “¡No dejes el Vaticano! ¡Si sales, el enemigo lo destruirá inmediatamente!” Se entregó el Mensaje y el Santo Padre se quedó en el Vaticano. Una bomba cayó en Castelgandolfo (la residencia del Papa) a donde había pensado ir.

El Papa Pio XII encomendó a la Iglesia y al mundo a Nuestra Madre la “Reina del Mundo” en 1954, algunos afirman que habría sido influenciado a hacerlo en parte, por las visiones de Sor Natalia.

Natalia Magdolna
Sor Natalia no fue escuchada por el clero

Sor Natalia transmitió mensajes duros a la jerarquía católica de Hungría: que dejaran sus palacios, que hicieran penitencia, y que repartieran sus riquezas a los pobres, de lo contrario vendrían hombres impíos que se las llevarían y a ellos los pondrían en vagones de ganado. Para muchos este llamado no sólo era una locura sino un absurdo. Sólo unos cuantos prestaron atención al llamado del “Apostolado de la Enmienda”. Sor Natalia previó la destrucción que el comunismo llevaría a cabo más tarde en la iglesia húngara.

Sólo después de la guerra, en 1945, cuando el cardenal Joseph Mindszenty fue elegido Primado de Hungría, empezó el Movimiento de Reparación en forma seria. Él quiso la construcción de una capilla de expiación en Hungría y concedió el permiso para la fundación de una nueva orden de religiosas, cuya única finalidad sería el hacer reparación y penitencia por los pecados de la nación. Pero desgraciadamente era demasiado tarde y la capilla no se alcanzó a terminar. Las autoridades comunistas no sólo prohibieron la fundación de la nueva orden, sino que dispersaron aquellas ya existentes.

El terror contra el pueblo húngaro fue tres veces más severo que en los países vecinos. El ejército rojo hizo mártires por miles, entre ellos el obispo Apor de Gyor, quien trató de defender a su rebaño, en su mayoría mujeres que buscaban refugio en las iglesias para evitar ser violadas.

Sin embargo el ejército fue indulgente en comparación con los comunistas húngaros, especialmente su líder Matías Rákosi.

Esta figura cruel envió a miles de intelectuales a la pena de muerte y su furia se dirigió principalmente contra la Iglesia Católica. Confiscó todas las escuelas católicas, dispersó las órdenes religiosas y ocupó sus 4 conventos y monasterios.

Todo el mundo se enteró de la trágica suerte del Primado de Hungría, el cardenal Joseph Mindszenty, quien luchó valientemente contra la tiranía roja. Después de haber sido encarcelado durante la Segunda Guerra Mundial por los nazis alemanes por ayudar a los judíos, ahora los rojos lo arrestaron bajo falsas acusaciones y lo sometieron a las más humillantes torturas. Cuando su voluntad de hierro se dobló por las drogas que le administraban, lo sometieron a un juicio de burla. Su rebaño se asustó y se dispersó lentamente al ver herido al pastor.

Sor Natalia compartió la suerte de sus hermanas religiosas y tuvo que vivir escondida en el campo, pero su vida mística continuó y bajo la guía de un nuevo director espiritual, en 1981 comenzó a escribir de nuevo su diario.

Natalia Magdolna
Sor Natalia poco antes de partir hacia el Señor

Sor Natalia murió un 24 de abril de 1992. Había dedicado su vida entera a la Reparación y a expandir la devoción a la Victoriosa Reina del Mundo, y a este fin, establecer una orden de mujeres. Ella atravesó numerosos padecimientos físicos y espirituales a lo largo de su vida. Siendo de caracter retraído y humilde, nunca buscó llamar la atención ni buscó gozar de buena estima, debiendo experimentar muchas veces pruebas y humillaciones que soportó con paciencia y amor.

Su vida estuvo llena de gracias sobrenaturales y de una intensa comunicación con Dios, entre ellas, le dictó una Oración de Ofrecimiento de Vida junto con varias promesas para quienes la llevaran a cabo.

Así me dijo el Señor:
-Hija Mía, dile a tu confesor: “Si Yo encuentro un alma, pura y pronta a hacer sacrificios, a través de ella Yo puedo salvar no solamente un millar de almas, sino naciones enteras”.

El ofrecimiento de vida y las promesas a quien lo realiza

Durante el Año santo Mariano (1983-1984) la Santísima Virgen me dijo:
-Ustedes, queridos hijos, deben todavía con mayor fervor compartir los sentimientos del Salvador. Miren con compasión cómo sudó sangre en el huerto de los Olivos, miren Sus cadenas, las sogas, cómo fue arrastrado de un juez a otro, los salivazos en el Rostro, las diferentes torturas, cómo fue azotado, el manto de burla, la corona de espinas, el peso de la Cruz, sus caídas y dolorosos encuentros. De corazón deben ustedes seguirle para llegar hasta el monte Calvario y verle allí, desde que le quitan Sus vestidos y lo crucifican. Colgado de la Cruz, empapado en Su Sangre en la agonía, cuánto dolor, cuánto tormento hasta exclamar: “¡Todo está consumado!”.
-Mi Santo Hijo, queridos hijos, realizó la Obra de la Redención. Su Sacrificio reparador era pleno, pero de él dejó a ustedes también una pequeña participación en cuanto que elige y llama a algunas almas a ofrecer, en unión íntima con Él, el sacrificio de sus vidas. Comparte con ellas Sus Sufrimientos para gloria del Padre y el bien de las almas para que ni una sola de ellas se pierda. Estas almas son almas enteramente entregadas y pueden hacer mucho para la gloria de Dios y salvación de las almas. Mi Santo Hijo encuentra Su gozo en ellas.
-En el mundo de hoy, hijos Míos, Mi Santo Hijo tiene cien veces mayor necesidad de corderos para el sacrificio. Pero deben ustedes pensar que la participación en la Obra de la Redención sólo puede consistir en el sacrificio. Hay que partir desde el huerto de Getsemaní y seguir el camino que recorrió Mi Santo Hijo. Sin esto no habría méritos ni ofrenda de vida fecunda.
-Cuanto más pronta es la entrega de un alma, tanto más glorifica al Padre, y por ello, más almas ayuda a salvar y será bienhechor de la humanidad entera. ¡Oh cuántas Gracias puede alcanzar para la Iglesia y para los sacerdotes! Un alma así coopera eficazmente a la conversión de los pecadores, al alivio de los enfermos, a la salvación de los moribundos y para que las almas lleguen a la patria de la eterna felicidad. Un alma así realiza, en unión con Mi Santísimo Hijo, una verdadera obra redentora.

Las promesas de la Virgen a quienes hagan el ofrecimiento de vida

1. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús, ardiente de amor, y en el Corazón Inmaculado de la Virgen María.
2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los méritos de Jesús, salvarán a muchas almas de la condenación. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.
3. Nadie de entre los miembros de su familia se condenará, aunque por las apariencias externas así parezca, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá en lo profundo de su alma, la gracia del perfecto arrepentimiento.
4. En el día de su ofrecimiento, los miembros de su familia que estuvieran en el purgatorio, saldrán de ahí.
5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré sus almas, sin pasar por el purgatorio, a la presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad, donde en la casa hecha por el Señor, se alegrarán eternamente junto Conmigo.

La oración de ofrecimiento de vida

Mi amado Jesús, hoy aquí, delante de las tres personas de la Santísima Trinidad, delante de nuestra Madre del Cielo, la Santísima e Inmaculada Virgen María y de toda la Corte Celestial, Te ofrezco según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas misas, comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de Tu Santísima Sangre y de Tu muerte en la Cruz.

Me consagro a Ti Señor, para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra Santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las vocaciones sacerdotales santas y perseverantes, y por todas las almas hasta el fin del mundo.

Recibe Jesús mío, mi ofrecimiento de vida; y concédeme Gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida. Amén.

La Ofrenda de Vida lo compendia todo

He sentido gozo al ver cómo una y otra vez los fieles que se encontraban en el templo hacían ofrecimiento de su vida movidos por el celo de mi padre espiritual. Pensaba para mis adentros: ¿Lo estarán viviendo? ¿Es suficiente entregarse una sola vez? ¿Lo recordarán luego? Entonces mi Jesús me habló así:

Si alguien, hija mía, no hace sino una sola vez el ofrecimiento de vida, ¿entiendes, hija mía? una sola vez, en un momento de gracia se encendió en su corazón el fuego de amor heroico, ¡con esto selló toda su vida! Su vida, aunque no piense conscientemente en ello, es ya propiedad de ambos Sagrados Corazones. Para mi Padre no existe el tiempo. La vida del hombre está ante Él como un todo.

Aunque uno haya hecho otro ofrecimiento, la ofrenda de vida por amor lo compendia todo y está por encima de ellos. Esta será, pues, la corona, el aderezo más precioso y el distintivo de su nobleza espiritual en la Patria Eterna.

Nuestra Madre Celestial pide en especial a las madres de familia, que ofrezcan por amor su vida a las intenciones de su Inmaculado Corazón, para Ella poder ir salvando más y más familias mal encaminadas:

En el corazón de muchas madres arde el dolor, se les oprime el corazón por el estado espiritual de sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de sus vidas más allá de la muerte. Por amor hacia ellas, movida de compasión, alcancé con mis ruegos las cinco promesas. Que se consuelen, que ofrezcan con una entrega total todos los sucesos de su vida porque el sacrificio ofrecido en favor de otros produce frutos de salvación para las almas. Además, no es posible sobrepasar el Amor Misericordioso de Dios.

Mensaje de la Virgen para los que hacen la Ofrenda de Vida

“La Santísima Virgen dijo:
-Cuando el Eterno Padre escoge un alma para darle la Gracia de ser uno de los elegidos, la destina a que, ya en la Tierra, sea semejante a Su Hijo Unigénito. Y, ¿en qué debe ser semejante a Él? En el amor y en la aceptación de los sufrimientos. Si en esto siguen ustedes a su Jesús, el Eterno Padre reconocerá en ustedes a Su Santo Hijo.
-Las almas, a las cuales el Eterno Padre escogió para que hagan el Ofrecimiento de Vida deben esforzarse por salvar el mayor número de almas para Dios. Lo pueden alcanzar con la oración fervorosa, con la práctica de la caridad activa y servicial, con la mansedumbre, con la humildad, con la mortificación, pero sobre todo con la aceptación paciente de los sufrimientos. Creo que Mi Corazón Maternal encontrará entre Mis hijos, almas que con el ardor de los mártires amen a Dios.
-Aun en tiempo de las más grandes pruebas, Mis queridos hijos, deben tomar con confianza ilimitada la Mano de su Madre. Juntos vayan ustedes al Corazón Eucarístico de Jesús que es su Fortaleza en su peregrinación terrenal. Así, fortalecidos diariamente por Él, continúan ustedes el camino hacia el hogar de la eterna felicidad donde en glorioso éxtasis, se reconocerán entre sí los que hayan hecho de su vida una ofrenda de amor a gloria de Dios y el bien de las almas.
-Entonces, Mi Santísimo Hijo les va a estrechar a Su Corazón inflamado de Amor, para sumergirlos en el gozo de la unidad de Amor de la Santísima Trinidad, en el estado de la eterna felicidad, para que puedan alegrarse sin fin en compañía de las almas para quienes, con su generoso ofrecimiento de vida, lograron alcanzar la salvación.
-¡Amen y tengan confianza, hijos Míos, porque Dios está con ustedes! El Señor ama la vida de cada alma que hizo la entrega de sí misma. Precisamente por eso no pongan límite a sus sacrificios. ¡Dar más, amar mejor! Sea ésta la consigna de su vida.”

La Santísima Virgen dijo:
-Den a conocer, hijos Míos, las grandes Gracias que aporta el ofrecer la vida por amor: a quienes sufren mucho en cuerpo y alma, a los enfermos incurables, a los que están impedidos de moverse, a los que yacen postrados en el lecho. Anúncienles que no sufren en vano. Divisa de oro es para toda la humanidad, y para ellos mismos, porque alcanza a tener en su alma y en su corazón, paz, fuerza y alivio, al pensar que por la aceptación paciente de sus sufrimientos, gran gozo y felicidad les espera en el Cielo.

Jaculatoria de Arrepentimiento

Jesús mío, ¡Te amo sobre todas las cosas! Por amor a Ti, me arrepiento de todos mis pecados. Me duelen también los pecados de todo el mundo.
¡Oh Amor misericordioso!, en unión con nuestra Madre Santísima y con Su Corazón Inmaculado, Te suplico a Ti perdón de mis pecados y de todos los pecados de los hombres, mis hermanos, hasta el fin del mundo!
¡Mi amable Jesús!, en unión a los Méritos de Tus Sagradas Llagas, ofrezco mi vida al Eterno Padre, según las intenciones de la Virgen Santísima Dolorosa.
¡Virgen María, Reina del Universo, Intercesora de la Humanidad y Esperanza nuestra, ruega por nosotros!

Devoción a la Virgen María como “La Victoriosa Reina del Mundo”

Sor Natalia recibió una revelación de un nuevo Título con que Jesús quería que Su Inmaculada Madre sea venerada: “LA VICTORIOSA REINA DEL MUNDO“. Jesús ha puesto en manos de Su Inmaculada Madre el poder de salvar al mundo y la victoria sobre el mal para estos tiempos. Para lograr liberar al mundo del mal, ella necesitaba tener el poder de una Reina, por ello ha sido coronada Reina por las Tres Personas Divinas y recibió el poder necesario de Ellas.

Este título fue reconocido por el Papa Pio XII en 1954, y la fecha de 31 de Mayo fue designada para honrar a la Virgen María como la ‘Reina del Mundo’. Este título de la Madre Celestial no es ajeno al magisterio de la Iglesia. Por siglos se ha rezado en el Rosario el Misterio Glorioso de la Coronación de la Virgen María, Reina del Cielo y de la Tierra.

Dios no da títulos vacíos, sus palabras van acompañadas de gran poder, por consiguiente el haberle dado título de Reina implica que, como tal, ha recibido poder delegado por la Santísima Trinidad para actuar en esa calidad. María ha sido venerada también como Reina por los santos y los fieles desde los comienzos de la Iglesia. Prueba de ello se encuentra en las Sagradas Escrituras y en las muchas iglesias que fueron erigidas en honor de María como Reina. San Bernardo ha dicho: “Debido a su humildad Dios le dio el poder real de la Reina, pero esto no será entendido por la humanidad completamente, hasta los últimos tiempos.” San Luis Grignon de Montfort, que siglos atrás tuvo un destello del plan de Dios para el futuro, similar a la descripción de San Juan en su Apocalipsis, describe a Maria como Reina, en su libro “La Perfecta y Verdadera Devoción a María”.

Oración a la Victoriosa Reina del Mundo (1986)

“¡Virgen Madre nuestra,
Victoriosa Reina del Mundo,
muéstranos Tu Poder!”

El Señor Jesús nos pide que recemos con gran fe y con frecuencia esta oración, y especialmente ahora que estamos viviendo en el Tiempo de María, cuando la ―plenitud de los tiempos vendrá pronto y Ella podrá darnos de nuevo a Su Hijo. Como Dios, el Salvador, redimió al mundo con la asistencia de la Virgen, así será también ahora: a través de María Él salvará al mundo, ahora sumergido en el pantano del pecado, de la merecida aniquilación.

El Lirio
Cuando yo vi a la Victoriosa Reina del Mundo y, bajo Sus Pies, al mundo sumergido en el pecado y rodeado por una corona de espinas, vi un lirio salir de las gruesas espinas. Entendí que este lirio simboliza tanto el alma como está ahora, como el alma como será cuando viva en el Paraíso. La Santísima Virgen me dijo que el lirio representa la fuerza original de un alma, la parte de un alma que ha conservado la inocencia original, la parte que el pecado no puede ensuciar. Este lirio simboliza la pureza que prevalece sobre el pecado, a pesar de todo el mal. Como resultado de la purificación, la humanidad vivirá en la pureza y belleza en que el Padre creó al primer hombre.
Como la Santísima Virgen preparó el lugar para el Salvador en Su primera venida con Su humildad, pureza y sabiduría, así será en Su segunda venida. En la segunda venida, cuando el Padre celestial, por así decirlo, glorifique al mundo, ¡Cristo triunfará! Su Victoria es la victoria de la Gracia y de la Misericordia, la victoria de los rayos del sol sobre el gélido mundo.

Otros mensajes a Sor Natalia

Se ha editado un libro con los mensajes y revelaciones a Sor Natalia titulado “La Victoriosa Reina del Mundo” (Titulo original en húngaro: ‘A Vilag Gyozedelmes Kiralynoje’). Este libro se basa en el diario y otros mensajes que Sor Natalia ha dado a varias personas. A continuación transcribimos algunos fragmentos:

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