Nada sucede sin que Dios lo permita. Incluso las dominaciones...
Posted: 22 Jan 2022, 17:29
(...) nada sucede sin que Dios lo permita. Incluso las dominaciones, desventuras sin par para un pueblo, de las cuales casi siempre se puede decir - si el pueblo se examina con rectitud - que el propio pueblo las ha querido, con sus modos de vivir contrarios a Dios. Acordaos de los Profetas. ¡Cuántas veces hablaron de esto! ¡Cuántas mostraron con los hechos pasados, presentes y futuros, que el dominador es el castigo, la vara del castigo en la espalda del hijo ingrato! Y ¡cuántas veces enseñaron cómo dejar de padecerlo!: volviendo al Señor. No es ni la rebelión ni la guerra lo que sana heridas y lágrimas y rompe cadenas; es el vivir como justos. Entonces Dios interviene. Y ¿qué pueden hacer las armas y las formaciones de soldados contra los fulgores de las cohortes angélicas luchando en favor de los buenos? ¿Padecemos opresión? Merezcamos que esto termine, con una vida propia de hijos de Dios.
No remachéis vuestras cadenas con nuevos pecados. No permitáis que los gentiles os crean sin religión, o más paganos que ellos por vuestro modo de vivir. Sois el pueblo que ha recibido de Dios mismo la Ley. Observadla. Haced que hasta los dominadores se inclinen ante vuestras cadenas diciendo: "Son personas sometidas, pero más grandes que nosotros; su grandeza no está en el número, en el dinero, en las armas, en el poder, sino que viene de su procedencia de Dios. Aquí brilla la divina paternidad de un Dios perfecto, santo, poderoso. Aquí se ve el signo de una verdadera Divinidad. Se trasluce en sus hijos".
Haced que mediten en esto y accedan a la verdad del Dios verdadero abandonando el error. Todos, incluso el más pobre, incluso el más ignorante del pueblo de Dios, pueden ser maestros para un gentil, maestros con su manera de vivir, y predicar a Dios a los paganos con las acciones de una vida santa.
Idos. La paz sea con vosotros. (...)
(Fragmento extraido de la obra "El evangelio como me ha sido revelado", Maria Valtorta, Primer año de la vida pública, capítulo 86. "El encuentro con el soldado Alejandro en la Puerta de los Peces.")
No remachéis vuestras cadenas con nuevos pecados. No permitáis que los gentiles os crean sin religión, o más paganos que ellos por vuestro modo de vivir. Sois el pueblo que ha recibido de Dios mismo la Ley. Observadla. Haced que hasta los dominadores se inclinen ante vuestras cadenas diciendo: "Son personas sometidas, pero más grandes que nosotros; su grandeza no está en el número, en el dinero, en las armas, en el poder, sino que viene de su procedencia de Dios. Aquí brilla la divina paternidad de un Dios perfecto, santo, poderoso. Aquí se ve el signo de una verdadera Divinidad. Se trasluce en sus hijos".
Haced que mediten en esto y accedan a la verdad del Dios verdadero abandonando el error. Todos, incluso el más pobre, incluso el más ignorante del pueblo de Dios, pueden ser maestros para un gentil, maestros con su manera de vivir, y predicar a Dios a los paganos con las acciones de una vida santa.
Idos. La paz sea con vosotros. (...)
(Fragmento extraido de la obra "El evangelio como me ha sido revelado", Maria Valtorta, Primer año de la vida pública, capítulo 86. "El encuentro con el soldado Alejandro en la Puerta de los Peces.")