
Haz por tu poderosa intercesión que el Mundo recobre la paz, que las naciones apacigüen sus odios, que las razas se sientan igualadas ante Dios y que, como bendición del cielo, seamos librados del terrible azote de una guerra que sería el fin de la civilización cristiana y posiblemente del mundo. Amén.
¡Oh Dios!, que infundiste en el corazón de San Pío X un profundo sentimiento de caridad y amor a nuestros semejantes, haz que a imitación suya aprendamos a ejercerla, no solamente con nuestras limosnas sino con nuestra total entrega a los necesitados, para que seamos dignos de gozar de la compañía del Santo Pontífice en tu Divina Presencia en la gloría, por los siglos de los siglos. Amén.
Padre Nuestro 3 Ave Maria Gloria.
