Lámparas de aceite

El símbolo de la lámpara en las Sagradas Escrituras

Exploramos el uso histórico de las lámparas de aceite. Su simbolismo y uso en las Sagradas Escrituras. Cómo preparar una lámpara con objetos caseros.

Historia

La lámpara de aceite es uno de los inventos más antiguos de la humanidad, habiéndo evidencias que datan de 15,000 a 12,000 años antes de Cristo. En aquel momento, la civilización, tal como la conocemos, era desconocida y el hombre prehistórico habitaba en ambientes como cuevas. Una lámpara prehistórica muy característica se encontró en la cueva de Lasceau, ubicada en el área de Dordonis en Francia. Descubierta en 1940, esta cueva estuvo habitada entre el 15,000 y 10,000 A.C. Algunos arqueólogos creen que las primeras lámparas de aceite aparecieron incluso 70.000 años antes de Cristo. La mayoría de estas lámparas de aceite estaban hechas de piedra y grasa animal quemada. Lámparas de aceite que datan de alrededor del 4.000 AC se han encontrado en Egipto, donde se utilizaron durante siglos, no solo para la iluminación del hogar, sino también en rituales religiosos, que eran una parte integral de la vida cotidiana en aquella época.

Al igual que los egipcios, los antiguos griegos también usaban lámparas de aceite en rituales funerarios y otras ceremonias religiosas. Durante siglos, la lámpara de aceite ha servido al hombre en las necesidades prácticas de la vida diaria, siendo un constante recordatorio de su conexión con lo sagrado. La producción de lámparas de aceite por rueda de alfarería comenzó alrededor del 600 AC , seguido por la producción de moldes que data de 400-300 AC. El proceso de moldeo resultó en una mejora de la calidad y decoración de las lámparas.

El Candelabro de oro

menoraLuego que el Señor le dio a Moises las tablas de los Diez Mandamientos, le encargó la construcción de un Santuario, conocido como el Tabernáculo o Tienda del encuentro. Éste debía contar con un candelabro especial con siete lámparas. Su diseño, que debía ser fabricado con precisión, le fue mostrado por Dios a Moisés en el monte Sinai.

Se trata del candelabro o portalámparas (heb. menora), de seis brazos y un tronco, o sea de siete puntos en los que se colocaban las lámparas de aceite de oliva. El candelabro posee unas características tan precisas y particulares, que algunos piensan que se trata de la representación simbólica de un árbol sagrado, cuya representación actual desempeña un papel importante en las celebraciones judías y es un emblema nacional de Israel.

“Haz también un candelabro de oro puro, labrado a martillo. Su base, tronco, copas, cálices y pétalos formarán una sola pieza, (32) y de los costados le saldrán seis brazos, tres de un lado y tres del otro. (33) Cada uno de los seis brazos que salen del tronco del candelabro tendrá tres copas en forma de flor de almendro, con su cáliz y sus pétalos, (34) y el tronco mismo tendrá cuatro copas, también en forma de flor de almendro, con su cáliz y sus pétalos. (35) Cada uno de los tres pares de brazos que salen del candelabro tendrá un cáliz en su parte inferior. (36) Los cálices y los brazos formarán una sola pieza con el candelabro, el cual ha de ser de oro puro labrado a martillo. (37) Hazle también siete lámparas, y colócalas de tal modo que alumbren hacia el frente; (38) y que sus tenazas y platillos sean también de oro puro. (39) Usa treinta y tres kilos de oro puro para hacer el candelabro y todos sus utensilios, (40) y presta atención para hacerlos iguales a los modelos que se te mostraron en el monte.Ex. 25:31-40

Este candelabro de oro era alimentado con aceite de oliva, que se producía machacando aceitunas:

Ordena a los israelitas que te traigan aceite puro de olivas machacadas para mantener las lámparas encendidas de forma continua.
Aarón y sus hijos se encargarán de preparar las lámparas, para que ardan delante del Señor toda la noche en la tienda del encuentro con Dios, fuera del velo que está junto al arca del pacto. Esta es una ley permanente para los israelitas y sus descendientes.Ex 27:20-21

candelabro de oroAceite de la lámpara. El pueblo proveía el aceite que alimentaba la lámpara, encendida perpetuamente delante del Santo de los Santos. Su preparación y manejo es exclusivo de los «hijos de Aarón», es decir, de los sacerdotes.

De este modo, al caer la noche, los sacerdotes tenían la responsabilidad de repeler la oscuridad y mantener las lámparas encendidas de forma ininterrumpida, siendo su luz un signo visible de la presencia permanente de Dios en medio de su pueblo.

«Tu Palabra es una lámpara para mis pasos, y una luz para mi sendero. » Sal 119:105)

 

Lámparas para el alumbrado de las casas hebreas

Cuando los hijos de Israel entraron a la Tierra Prometida, adoptaron el uso de la lámpara de los cananitas, la que consistía en una vasija de tierra para contener el aceite y un pico estrecho para sostener la mecha. Como mil años después, la lámpara de Mesopotamia fue importada y usada en algunas partes. Esta lámpara tenía un tubo cerrado para la mecha, así pedía llevarse sin peligro de derramar el aceite.

La mecha se hacía de hebras torcidas de lino poniéndose luego en el depósito de aceite de oliva de la lámpara.

Cuando el aceite estaba por terminarse, producía un humo molesto. Esto era indicación para llenar de nuevo el depósito de aceite. Ello implicaba que el apagarse la luz era a veces intencional. Si la mecha estaba muy gastada, la señora de la casa apagaba la luz, entonces la reponía con otra. El siervo de Dios no debe tratar así a los pobres, débiles y desamparados de la especie humana. El pondrá el aceite, recortará la mecha, y hará que la débil flama brille. Este es un cuadro de los deseos del Señor que quiere que nosotros ayudemos a los necesitados, levantando al caído y salvando al perdido.

El significado de la luz en una casa Palestina. La lámpara se considera como un bien necesario entre los aldeanos. Cuando el sol se pone, la puerta de la casa se cierra, entonces se enciende la lámpara. El dormir sin luz es considerado entre los aldeanos como un signo de extrema pobreza. En la Biblia son sinónimos los términos lámpara, luz y vida. Un viajero retrasado busca ver una luz en alguna casa, entonces sabe que ahí hay vida. El desear que la luz de un hombre se apague seria desearle una maldición terrible. Respecto al hombre malvado, Bildad, en el libro de Job dice: “La luz se oscurecerá en su tienda, y se apagará sobre él su lámpara” (Job 18:6).

«Tú, Señor, enciendes mi lámpara; Dios mio, alumbra mi oscuridad.» (Sal 18:28)

Esto es para los orientales que aprecian el valor aun de una sencilla lámpara de barro en lo oscuro de la noche o en la oscuridad de la casa por lo que Jesús dijo: «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5:16).

La lámpara, símbolo de la luz, representa la Buena Noticia que debe ser proclamada sin miedo, «a tiempo y a destiempo», para que toda la humanidad se beneficie de su resplandor. Esta Palabra, que los enemigos del proyecto de Dios buscan ocultar y encubrir, es revelada por Jesús. Cristo, el Mesías es la luz de las naciones. (Is 42:6; Is 49:6; Lc 2:32; Jn 1:5-9).

«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.» (Jn. 8:12)

Los que tienen la posibilidad de escuchar esta Buena Noticia deben ponerla en práctica; de lo contrario, se irán empobreciendo hasta convertirse en indigentes:

Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz. (Lc 8:16. -Ref. cruzadas: Mt 5:15; Mc 4:21; Lc 8:16; Lc 11:33 )Lc 8:16

La lámpara transmite, difunde, comunica la luz. La luz del evangelio y de la fe es dada para comunicarla y compartirla.

El uso de la lámpara para buscar la dracma perdida
La parábola de nuestro Señor de la dracma perdida, (Lc 15:1), necesita entenderse desde el punto de vista oriental. Una dracma equivalía aproximadamente al dinero obtenido del trabajo de un día. La casa tenía sólo una puerta y una o dos ventanas con postigos de madera. Por esta razón la casa estaba muy poco alumbrada, especialmente en invierno. Las esteras, cojines, y pieles de cabra que cubrían el piso tenían que voltearse, para limpiar el piso. Cuando era encontrada la dracma perdida, las vecinas y amigas eran llamadas a regocijarse con la dueña de la casa, porque la dracma perdida atraía sobre la señora la ira del marido, y las vecinas de ella tenían para la mujer un sentimiento de compañerismo, guardando el suceso como un secreto que no debían saber los hombres. Así como indica el texto, “Y cuando la hubiera hallado, junta las amigas y las vecinas” (Lc 15:9)

Parábola de las diez virgenes
“El reino de los cielos podrá entonces compararse a diez vírgenes que, en una boda, tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. (2) Cinco de ellas eran descuidadas y cinco previsoras. (3) Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no tomaron aceite de repuesto; (4) en cambio, las previsoras llevaron frascos de aceite además de las lámparas. (5) Como el novio tardaba en llegar, les entró sueño a todas y se durmieron. (6) Cerca de medianoche se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salid a recibirle!’ (7) Entonces todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas, (8) y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dadnos un poco de vuestro aceite, porque nuestras lámparas van a apagarse.’ (9) Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque entonces no alcanzará para nosotras ni para vosotras. Más vale que vayáis a donde lo venden y compréis para vosotras mismas.’ (10) Pero mientras las cinco muchachas iban a comprar el aceite, llegó el novio; y las que habían sido previsoras entraron con él a la fiesta de la boda, y se cerró la puerta. (11) Llegaron después las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ (12) Pero él les contestó: ‘Os aseguro que no sé quiénes sois.’ (13) “Permaneced despiertos –añadió Jesús–, porque no sabéis el día ni la hora. (Mt 25: 1-13)

Las vírgenes representan a las almas cristianas a la espera de su esposo Cristo. Aun cuando tarde, ellas a modo de lámparas deben asegurarse estar cargadas del aceite de la fe, demostrada internamente mediante la oración y externamente mediante actos de amor al prójimo.

Exhortación a la vigilancia
“Estad preparados y mantened vuestras lámparas encendidas. (36) Sed como criados que esperan que su amo regrese de una boda, para abrirle la puerta tan pronto como llegue y llame. (37) ¡Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. (38) Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a medianoche o de madrugada. (39) Y pensad que si el dueño de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que se la abrieran para robarle. (40) Estad también vosotros preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperéis.” (Lc 12:35-40)

La parábola está tomada de la vigilancia de criados que esperan a su amo que viene de las “bodas.” El estar “ceñidos los lomos” indica tener levantados y ajustados los vestidos para servir. Las “lámparas escendidas” aluden al cortejo nupcial que llega de noche, como era la costumbre. A los siervos que así le esperen vigilantes, el “esposo” se “ceñirá” como un siervo, los “sentará a la mesa,” que es su mesa, y “se pondrá a servirles.” Cristo es el “Esposo,” que, como él dijo, estará entre ellos como un “servidor”.

La fiesta de la Dedicación (Hanukka / Fiesta de las luces / Encenias)

La fiesta de la Dedicación (heb. hanukká), que Juan menciona en su evangelio (Jn 10:22), era celebrada durante ocho días. Comienza el 25 de Quisleu según el calendario hebreo (corresponde aproximadamente a principios de diciembre), conmemora la restauración y consagración del templo de Jerusalén por Judas Macabeo en 164 a.C., después de haber sido profanado por Antíoco Epífanes (cf. Dn 9:27; Dn 11:31; 1Ma 4:3, 1Ma 4:52-59; 2Ma 1:18; 2Ma 10:5).

Su nombre de fiesta de las luces proviene de sus características predominantes. Esta nueva dedicación tuvo lugar tres años después de la profanación de Antíoco Epífanes: (1 Macabeos 1, 54-64 – 1 Macabeos 4, 52-59):
Los ocho días de este festival, al caer la noche, cada familia enciende una lámpara adicional para conmemorar el milagro de la Dedicación, donde una sola jarra de aceite habría sido suficiente para alimentar el candelabro del templo durante ocho días. La lámpara preferiblemente debe colocarse en frente de una ventana para que todos la vean.

Esta festividad hebrea era oportunidad de realizarse obsequios y preparar comidas refinadas en un ambiente familiar.

Este término se usó luego en el cristianismo, desde el Papa Félix III (483-492), para designar la inauguración de una nueva iglesia.

« Antes vivían en la oscuridad, pero ahora, estando unidos al Señor, vivís en la luz. Compórtense como quienes pertenecen a la luz. » (Efe 5:8)

 

Preparar una lámpara de aceite casera como entretenimiento, o para ahorrar electricidad.

Hacer una lámpara de aceite es muy sencillo, sólo se necesita aceite de oliva o girasol, pudiendo reciclarse aceite usado, un recipiente, como un frasco de vidrio (de plástico se derritiría ante el fuego, aunque se podría recubrir de papel aluminio si la llama se mantiene a distancia), y una mecha de hilo. Hay que tener en cuenta que la llama debe estar relativamente cerca del aceite, por lo que es más conveniente un recipiente con forma de plato hondo. La llama no debe tocar el aceite, se puede sujetar la mecha un poco por fuera del aceite usando trozos de alambre si es necesario. Dejar unos minutos que el hilo quede embebido de aceite y ya estará lista para encenderse.

Imágen cabecera: © David Padfield / FreeBibleimages.org

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