Un evento bíblico mayor ha sido probado irrefutable por un nuevo hallazgo arqueológico que demuestra la veracidad de los registros bíblicos de Jeremías, 2 Reyes y Daniel, probando una vez más que las Sagradas Escrituras, si son un libro histórico (y no leyendas).
(Imagen de arriba: William Brassey Hole “Destrucción de Jerusalén”)
Cómo ocurrió el hallazgo arqueológico
Durante los ultimos 4 meses, el Parque Nacional Ciudad de David en Israel, contó con la presencia de un equipo de arqueólogos que realizaron las tareas de excavaciones que dieron con este hallazgo importante.
Anteriormente se habían hecho excavaciones infructuosas, que llevaron a pensar a los arqueólogos que tal vez, los límites de Jerusalén se extendían más hacia el este de lo que se creía. Finalmente lograron dar con la evidencia que buscaban, que data de hace 2600 años atrás.
Como resultado del hallazgo, la Autoridad de Antiguedades de Israel, que informó el descubrimiento el 1° de agosto de 2017, declaró con certeza que la descripción Bíblica de la incursión y destrucción de la capital de Israel era altamente detallada y precisa.
En las excavaciones los arqueologos encontraron paredes y habitaciones colapsadas, destruidas y cubiertas por capas de ceniza. Esto evidencia que un feroz fuego repentino e intencional quemó esos lugares, de acuerdo a lo mencionado en las Escrituras del Antiguo Testamento.
La institución informó también que durante las excavaciones encontraron varios objetos raros, que incluyen vasijas con el sello real utilizado una decada antes del primer Templo, una estatuilla tallada en marfil de una mujer con una peluca al estilo egipcio, restos de alimentos como semillas de uva, madera quemada y huesos quemados.
Los sellos estampados en forma de roseta son un hallazgo muy importante ya que demuestran con certeza el fin del periodo del Primer Templo (de la administración que se desarrolló hacia el fin de la Dinastia Judía). Estos sellos eran usados para marcar la aprobación del rey a los objetos de comercio.
Se logró datar los objetos por la presencia de manijas estampadas y sellos roseta, que verifican que los pasajes son históricamente precisos. La roseta, en esencia, reemplazó al sello denominado “Por el Rey” utilizado en el sistema administrativo anterior.
Más adelante en otra publicación analizaremos en detalle los otros descubrimientos arqueológicos que dan fe de la veracidad de otros acontecimientos mencionados en el Génesis. Una vez más, la arqueología nos afirma que las evidencias demuestran que los hechos del A.T. ocurrieron realmente.
La Historia Bíblica detrás del descubrimiento
El libro de Jeremías, cap. 52, el libro 2 Reyes cap. 25 y el libro de Daniel cap. 1 describen el asedio y la conquista de Jerusalén por los Babilonios en el año 587 A.C. En aquel lugar los Judios tenían un pequeño reinado no mas grande que los de otras zonas cercanas.
El imperio Babilonio fue el estado más poderoso en el mundo antiguo luego de la caida del imperio Asirio, hacia el 612 A.C. Su capital, Babilonia, fue creada por el rey Nabucodonosor, que levantó varias construcciones famosas.
El rey Nabucodonosor derrotó a los Egipcios en batalla en el 605 AC. Tras lo cual cargó contra el reino de Judá a cargo del rey Judio Joaquim, que estaba sujeto a Egipto en aquel entonces. El rey de Babilonia, Nabucodonosor envió un ejercito y sitió la ciudad de Jerusalen (2RE 24:1; Dan 1:1).
El sitio fue victorioso y para evitar la destrucción de la ciudad de Jerusalén, el Rey Joaquim de Judá rindió la ciudad y Nabucodonosor instaló un rey de su preferencia para que le envíe el pago de tributos o impuestos a Babilonia. La nación Judía continuó viviendo entonces bajo el gobierno Babilonio con el rey Sedequías puesto como un rey títere.
Esta situación no duró mucho porque, los Egipcios derrotaron a los Babilonios, causando un revés para la suerte de Nabucodonosor. Percibiendo debilidad, Sedequías rompió su alianza con Babilonia y declaró la alianza con Egipto otra vez. Luego que el rey Sedequias se rebeló, Nabucodonosor enfurecido envió otro ejército a Jerusalén hacia el 586 A.C. que penetró los muros de la ciudad y la quemó. El sufrimiento del pueblo de Jerusalén fue grande.
Las Sagradas Escrituras dicen que Nabucodonosor derrotó al rey Judio Sedequias e invadió su capital Jerusalén, quemando la Casa del Señor, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén, incluso las casas de los poderosos fueron quemadas por el fuego:
Sedequías fue compelido a ver como mataban a sus hijos y llevado a Babilonia, donde fue apresado de por vida.
En el libro de Jeremías, la Biblia nos cuenta que la destrucción de Jerusalén fue total, con el Templo y las casas de las personas quemadas por el fuego.
Luego de la destrucción de la ciudad, Guedalías fue puesto en cargo como gobernador de Judá, pero fue asesinado dos meses luego, provocando la huida de muchos judíos hacia Egipto temiendo por sus vidas. Entre estos refugiados se encontraba el profeta Jeremías quien fue forzado contra su voluntad a viajar a Egipto.
Es este descubrimiento, una señal para los tiempos actuales?
Podemos observar que, el libro de Jeremías, cap. 36 relata como el Señor le habló a su profeta Jeremías (No es un Dios muerto, es un Dios vivo que continuamente acompaña y le habla a su Pueblo por medio de profetas escogidos, para lo cual es necesario saber reconocer la voz del Señor) y le pidió que escriba en un rollo acerca de las ‘calamidades que pensaba enviarles‘ porque quizás, cuando los de Judá sepan acerca de ellas, dejarían su mala conducta y el Señor les perdonaría sus maldades y pecados.
Cuando se enteraron del terrible contenido de los rollos los funcionarios del gobierno fueron a informar al Rey, este rey era Joaquím y a medida que le leían las revelaciones que el Señor había hecho a Jeremías, las rompía y las echaba al fuego hasta quemar todo el rollo.
Luego de burlarse el rey Joaquim de las revelaciones proféticas, el Señor le envió decir lo siguiente:
Nótese que Nabucodonosor y los otros enemigos que invadieron el reino de Judá, fueron quienes llevaron la ejecución de los castigos divinos. Ellos fueron como lo menciona Isaias, el palo de la ira de Dios y la vara de Su indignicación (Isa 10:5). El Señor no solo se ocupa de su propio pueblo, sino que es el soberano de todas las naciones. Al rey de Asiria lo envió para castigar los pecados de Judá.
¿Que tan a menudo Dios se vale de los hombres malvados como instrumentos para castigarnos? La manera de evitarlos es comprometiéndonos con Dios y lo que nos pide, alinearnos a Su voluntad.
Algunos intérpretes creen que el rey Joaquim quemó el rollo para restarle eficacia a la palabra profética que anunciaba la próxima caída de Judá en poder de Babilonia.
La historia pasada vuelve a repetirse hoy, ¿Qué van a hacer con el ‘rollo’ que nuestro Señor escribe a través de su profeta Luz de María?
¿Van a quemarlo como hizo el rey Joaquim? Ya están familiarizados con el resultado que tuvo la falta de fe en aquellos tiempos.
Frente a los que difaman a la profeta sin razón, los dejamos con la respuesta de Jesús ante el Sumo Sacerdote Anás al ser interrogado:
